Las instalaciones deportivas cardioprotegidas frente a la muerte súbita, existen normativas por comunidades autónomas para la cardioprotección de espacios deportivos.
Deporte y cardioprotección con desfibriladores portátiles
La cardioprotección en el deporte es cosa de todos, y por ello un desfibrilador es un bien de los ciudadanos. El acceso público a la desfibrilación es fundamental para superar una muerte súbita, ya que por cada minuto que pasa tras una parada cardiaca las posibilidades de supervivencia se reducen un 10%, siendo a partir del séptimo minuto muy dificil de rescatar a la víctima sin secuelas. Las instalaciones deportivas donde se ejercen esfuerzos son escenarios proclives a una muerte súbita o parada cardiopulmonar.
Las instalaciones, centros o complejos deportivos con desfibriladores en los que el número de usuarios diarios sea igual o superior a 500 personas deben disponer de un desfibrilador externo semi automático.
Las personas físicas o jurídicas responsables de la gestión o explotación de aquellos complejos o instalaciones deportivas donde se instale un desfibrilador externo serán responsables de garantizar su mantenimiento y conservación, de acuerdo con las instrucciones del fabricante del equipo de modo que el desfibrilador y sus accesorios se encuentren en perfecto estado de uso.
Los clubes de fútbol y las instalaciones deportivas de bajo presupuesto tienen a su disposición la fórmula solidaria de Pulseras Salvavidas, con la colaboración de las entidades cercanas al club deportivo o asociación deportiva, se inicia la venta de pulseras Salvavidas a 3€ de precio unitario, el club deportivo conseguirá de forma gratuita el certificado de Instalación por la Cardioprotección, así como los desfibriladores y cursos homologados para su uso, formación homologada por las distintas Comunidades Autónomas.
El renting la modalidad preferida para cardioproteger instalaciones deportivas
Desfibriladores en campos de fútbol e instalaciones deportivas
Los campos de fútbol, las instalaciones cubiertas, clubes, centros o complejos deportivos, desde las pistas de padel o atletismo hasta los campos de fútbol en los que el número de usuarios diarios sea igual o superior a 500 personas están obligados a instalar un desfibrilador externo automático o semi automático.
El esfuerzo cardíaco durante el ejercicio físico aumenta las posibilidades de sufrir una parada cardiopulmonar, el cardioproteger las instalaciones donde se practica deporte aumenta las posibilidades de supervivencia ante la muerte súbita.